Miguel comparte esta historia de cómo invierte en sus hijos como papá. 

“En estos tiempos peculiares en los que vivimos, los papás tenemos una oportunidad única de elevar la interacción y el efecto que tenemos en nuestros hijos. Necesitan constantemente apoyo para su salud emocional. Si no damos un paso adelante y proporcionamos eso, les prometo que algo más lo hará: las redes sociales, otra persona con influencia o los programas de televisión que ven. Creo que lo más valiente que podemos hacer es estar a la altura de nuestro llamado e invertir en nuestros hijos.

Debemos inculcar en nuestros hijos la esperanza y la sabiduría que provienen principalmente de nosotros como ejemplo. Sus corazones, almas y mentes son un terreno fértil para sembrar la discusión y la meditación sobre la verdad. Si tan solo enseñáramos a nuestros hijos las disciplinas básicas de la vida, como la oración, la humildad, el respeto, el autocontrol y el compromiso, podríamos ver un gran crecimiento en esta próxima generación.

Mi papá solía decir que cuando das amor, verás que el amor vuelve a ti. Esa fue una promesa que mantuvo cuando nos disciplinó y disciplinaba a mis hermanas y a mí. Creo y me aferro a la esperanza de que al final del día, no importa cuán caótica pueda llegar a ser la vida, ese principio se mantendrá de generación en generación. Ama bien, no de la manera que crees que el amor "debería ser", sino de la manera en que se necesita el amor, y verás que abunda en tus hijos a medida que superan los desafíos que este mundo les presentará ".

- Miguel en Nashville, Tennessee